martes, 29 de julio de 2008
martes, 6 de mayo de 2008
viernes, 2 de mayo de 2008
Relato Urbano ::: #.s
Relato de Omar Ancán, Antonela Sottolichio y yo
lunes, 7 de abril de 2008
paseo por lastarria y sus 100 fotos
Las 100 fotos tomadas desde el Barrio José Victorino Lastarria, una variación de imágenes, texturas, letras, graffitis, tags, stencil, números, entre otras.
jueves, 27 de marzo de 2008
MI (NO) CIUDAD
Nací en Valdivia y aún alojo en mi mente lindos momentos de mi infancia que no se borran, por ejemplo, mi primer día en el jardín, donde mi hermana, de sólo once meses menor que yo, lloraba por no querer entrar, y yo sintiéndome como buena hermana mayor debía mostrarme segura y feliz para tranquilizarla. Y como olvidar también mi primer gran amor, Carlitos Pacheco. Ser responsable de una hermana y amar a alguien a los cortos cuatro años de edad es mucho, pero que guardo con mucho cariño durante la estadía en mi ciudad natal.
A mis cuatro años nos fuimos a Concepción, una ciudad ordenada, donde en ese tiempo, no sé ahora, sólo existía una diagonal, todas las calles eran paralelas y perpendiculares. Por esta misma razón desde los diez años tomaba micro con mi hermana del colegio a mi casa, cosa que mis hermanas menores no hicieron acá en Santiago. En Concepción estaba toda mi familia y mis abuelos, así que nos acostumbramos muy rápido. Entré al colegio, vivía en un departamento frente a él, cruzaba la calle San Martín y entraba a clases.
Pasaron dos años y nos vinimos a Santiago, una ciudad nueva para mí. El colegio quedaba lejos de mi casa y una vez a la semana nos íbamos en micro o taxi con mi papá porque el auto tenía restricción. Las luces, los edificios, el ruido, el smog, nos invadían, si bien Conce es como Santiago en versión pequeña, no era lo mismo para mí.
Estaba en 5º Básico y de vuelta a la ciudad ordenada, al mismo colegio de antes y con las mismas compañeras, que al entrar a la sala me reconocieron y emotivamente me abrazaron y preguntaban si me acordaba de ellas; fue desde ese momento que sentí el aprecio por Concepción y su gente.
En cinco años hice tremendas amigas con las que aún nos vemos, ya que para el año 2000, al entrar a III medio nos vinimos a Santiago definitivamente, ya estaba grande, por lo tanto la idea de dejar Conce no me agradaba para nada, la gente de acá, antes de venirme, no me agradaba, eran los catalogados “pesados de santiago”, los que se “creían la muerte”, en fin. Llegué con la mentalidad negativa, debe ser por eso que no me siento parte de esta ciudad, me cuesta aceptarla, a pesar de estos 8 años que llevo en ella. Me carga tener que salir una hora antes de mi casa para llegar a otro lado, el ruido, el aire, el metro, entre otras.
Una ciudad la siento mía cuando me siento cómoda en ella, parte de ella; por eso Concepción la siento como mi ciudad.
Si tuviera que elegir mi ciudad por vivencias emocionales tendría que ser Santiago. Sí, Santiago, porque fue aquí donde nació mi hija, Canela.